Vía Crucis y Calvario

El via crucis partiría originalmente de la iglesia parroquial, para culminar en el calvario ubicado en la partida del mismo nombre.

De las trece cruces que originalmente se dispondrían jalonando el camino se conservan dos.

Una está actualmente incrustada en el muro de un pajar a las afueras de la localidad; es una cruz latina lisa, con el número II inciso a la altura del nudo.

La segunda, con el número XIII, es una cruz de piedra exenta que se localiza a unos 200 metros del final del recorrido.

El camino culminaba en el calvario, que se situaba en un afloramiento de roca arenisca, en la que se talló una escalinata que se bifurca a media altura para acceder a la parte superior, donde se conservan los huecos en los que se insertarían las tres cruces que coronaban el calvario.